Friday, December 23, 2011

Navidad en México/Christmas in Mexico

En México, la Navidad gira alrededor del Niño-Dios. La celebración del nacimiento del Hijo de Dios comienza el 16 de diciembre y termina el 2 de febrero. El adorno principal en las casas y plazas públicas es el “Nacimiento”, aunque ha ido creciendo la presencia del árbol de Navidad. La gente se prepara para la Navidad con la celebración de las Posadas, que comienzan el 16 y terminan el 24 de diciembre. Las Posadas son una re-creación del viaje de María y José desde Nazareth a Belén en busca  de posada. El día 24 por la noche se reúne toda la familia para rezar  y cenar. Después de la cena, niños y adultos abren los regalos que ha traído el Niño Dios y todo mundo se abraza y se desea lo mejor de la vida. Durante el tiempo de Navidad se escenifican las Pastorelas, que son como obras de teatro que representan a los pastores yendo a adorar al Niño. Después viene, el 6 de enero, la fiesta de los Reyes Magos, que también traen regalos a los niños. La noche anterior, los niños colocan sus zapatos en la ventana para que los Reyes Magos, al pasar, dejen su regalo. En ese día se come la “rosca de Reyes”, que es un pan especial, adornado con dulces y frutas secas. El atractivo de la rosca es que al partirla alguien puede encontrarse una pequeña figura del Niño-Dios. Quienes la encuentran, tienen que hacer una cena con tamales el día 2 de febrero, fiesta de La Candelaria. Hasta entonces terminan las celebraciones de la Navidad. En otras palabras, en México el centro y objetivo de la Navidad es Cristo; y la manera de celebrarla es una muestra de la inculturación de la fe católica en México. Deseo a toda la comunidad de Santa María una feliz Navidad y un año nuevo lleno de oportunidades y bendiciones. Les pido que se unan a mi acción de gracias a Dios por el
gran regalo de la ordenación sacerdotal que recibí hace 36 años, en el  puerto de Veracruz, México, un día como hoy (25 de diciembre de 1975). Gracias.
Su amigo y servidor ~ Padre Jesús Camacho


 In Mexico, Christmas revolves around the Child-God. The celebration of the birth of the Son of God begins on December 16 and ends on February 2. The main decoration in homes and public places is the "Nativity scene", although there has been a growing display of  Christmas trees. People prepare for Christmas with the celebration of Las Posadas, which begin on December 16th and ending on December 24th. Las Posadas are a re-creation of Mary and Joseph’s travels from Nazareth to Bethlehem in search of lodging. On the 24th night, the whole family gathers for prayer and dinner. After dinner, children and adults open the gifts brought by the Child-God; and everyone hugs and offers best wishes in life. During Christmas time, Pastorelas takes center stage, which are like plays that represent the shepherds coming to adore the Child. Then comes
January 6, the feast of the Magi, and they also bring gifts to children. The night before, children put their shoes in the window so that the Magi, in passing, leave their gift. On that day you eat the "Rosca de Reyes", a special bread, garnished with fresh and dried fruits. The attractiveness of the bread is that someone can break it and find a small figure of the Child-God. Those who find the figure must make a dinner with tamales on February 2, the Feast of La Candelaria. This is when the celebration of Christmas is finished. In other words, in Mexico the center and purpose of Christmas is Christ, and how we celebrate it is an example of the enculturation of the Catholic faith in Mexico. I wish the whole community of Saint Mary’s has a happy Christmas and new year full of opportunities and blessings. I ask you to join me in giving thanks to God for the great gift I received at my ordination 36 years ago, at the port of Veracruz, Mexico, a day like today (December 25, 1975). Thank you.
Your friend and servant
Father Jesus Camacho

Thursday, December 8, 2011

Escoger y Dar Regalos con Sentido Cristiano

Por el Dr. Marcellino D'Ambrosio
Traducido por Miguel Carranza

“Las acciones valen más que las palabras”, “Una imagen vale mil palabras”, “Hablar es fácil”. Tenemos muchos dichos que generalmente expresan lo mismo – las palabras por si solas no son suficientes para expresar muchas cosas, especialmente mensajes personales como “Te amo."

Por lo tanto, lo seres humanos en cada cultura han desarrollado rituales para expresar el valor que le dan a las demás personas y a los eventos especiales. Tomemos, por ejemplo, el pavo en la cena del Día de Acción de Gracias o los presentes bajo el árbol en Navidad o en los cumpleaños. Aun si todos los asistentes a la fiesta estuvieran a dieta, se canta la tonadita y se soplan las velas del pastel.

El problema con los seres humanos es que tenemos una tendencia a dejar que los rituales se vuelvan mecánicos, olvidándonos de su verdadero significado (uno de los efectos del pecado original). La respuesta puritana a esto es abolir por completo las celebraciones. En el estado de Massachusetts, que originalmente era puritano, la Navidad no fue una festividad oficial hasta los 1890`s. Y hasta este día, los Testigos de Jehová prohíben celebrar los cumpleaños.

El enfoque católico siempre ha sido diferente. Nosotros aceptamos las celebraciones con sus ocasionales excesos y sus tradicionales simbolismos (incluso las celebraciones con orígenes paganos, como el árbol de Navidad). El propósito es reavivar el significado original de los rituales o revestirlos de un nuevo significado cristiano. En los tiempos de la Roma pagana del siglo cuarto AD, todos se sentían aliviados cuando los días comenzaban a volverse más largos nuevamente después de la deprimente oscuridad del solsticio de invierno. Así que el 25 de diciembre celebraban “el nacimiento del sol invicto”. “¡Qué gran momento para celebrar al verdadero Hijo invicto!”, pensaron los cristianos. Y exitosamente adoptaron ese día y así nació la Navidad.

¿Y qué hacemos con toda la extravagancia de los regalos de Navidad en Norteamérica? Es el nacimiento de Jesús, pero los regalos bajo el árbol se han convertido en el centro de la celebración, especialmente para los niños. Parecido a un grupo de tiburones que van rumbo a un festín. Casi instantáneamente la emoción se disipa y la habitación queda llena de papeles de regalo estrujados (¡aunque tomara tanto tiempo envolver los regalos!)

En lugar de imitar al “Grinch” y eliminar los regalos, podemos poner reglas para darles un mejor significado. Primero, intentemos seleccionar regalos que ayuden a la gente a desarrollar su relación con Jesús: libros, videos, rosarios, etc. Después, en la mañana de Navidad, antes de ir al árbol, podemos reunirnos en torno al pesebre, cantar un villancico, leer un corto pasaje de las Escrituras y agradecer a Dios por Jesús, el regalo más grandioso de todos. Luego abrimos un regalo a la vez mientras todos ponen atención (para desarrollar la paciencia). No abramos todos los presentes el 25 de Diciembre. Podemos dejar algunos presentes bajo el árbol para los 11 días de Navidad (otra lección en paciencia). De esta forma oramos, cantamos y leemos más en torno al pesebre.

En los cumpleaños, comamos pastel, soplemos las velas, cantemos y demos regalos, pero apartémonos de los lugares ruidosos y caros en favor de celebraciones caseras solo con familia y tal vez algunos amigos. Además, agreguemos algunas cosas. Primero, todos en la mesa pueden compartir algo que aprecien del cumpleañero. Luego, también podemos celebrar el cumpleaños bautismal que usualmente es un mes después. No entregamos presentes otra vez, si no que a veces comemos un pastel o por lo menos un postre (no se puede tener una celebración sin postre). Al final de la comida, encendamos la candela bautismal, usemos algo de agua bendita y renovemos los votos bautismales diciendo “Creen en….” y todos responden “Si creo”. Por cierto, la Iglesia le tiene tanta estima a esta tradición que la recomienda en El Manual de Indulgencias y ofrece indulgencia plenaria aquellos que la practican.

Por lo tanto, tenemos tres opciones en lo que concierne a dar regalos: a) Hacerlo como lo hace la sociedad, b) Exclamar “bah-humbug!” junto a los puritanos y los amargados o c) Tomar el enfoque tradicional católico y poner esta tradición al servicio del evangelio. En mi opinión el enfoque católico es más divertido.







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Tuesday, December 6, 2011

150 Rosas para la Virgen María

Estoy seguro de que todos conocemos esta bella oración que es el Santo Rosario.

Una leyenda cuenta que un Hermano Lego (que no era sacerdote) de la Orden de los Dominicos, no sabía leer ni escribir, por lo que no podía leer los Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época.

Entonces, cuando terminaba sus labores por la noche (él era el portero, el barrendero, el hortelano, etc...) se iba a la capilla del convento y se hincaba frente a la imágen de la Virgen María, y recitaba 150 avemarías (el número de los salmos), luego se retiraba a su celda a dormir.

Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus hermanos y se dirigía a la capilla para repetir su costumbre de saludar a la Virgen.

El Hermano Superior notaba que todos los días, cuando él llegaba a la capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes, había un exquisito olor a rosas recién cortadas

y le dió curiosidad, por lo que preguntó a todos quién se encargaba de adornar el altar de la Virgen tan bellamente, a lo que la respuesta fué que ninguno lo hacía, y los rosales del jardín no se notaban faltos de sus flores.

El Hermano lego enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas, y dedujeron que era el Hermano quien ponía las rosas. ¿Pero cómo? Nadie le había visto nunca salir del convento, ni sabía que comprara las bellas rosas.

Una mañana les extrañó que se había levantado pero no lo hallaban por ninguna parte. Al fin, se reunieron en la capilla, y cada monje que entraba quedaba asombrado, pues el hermano lego estaba arrodillado frente a la imágen de la Virgen, recitando extasiado sus avemarías, y a cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros. Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.

Con el correr de los años, Santo Domingo de Guzmán, (se dice que por revelación de la Stma. Virgen) dividió las 150 avemarías en tres grupos de 50, y los asoció a la meditación de la Biblia: Los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, a los cuales el Beato Juan Pablo II añadió los Misterios Luminosos.

Mañanitas a la Emperatriz de América

Cada 12 de diciembre, la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México se viste de canto, danza y devoción. Aunque la Basílica es siempre concurrida todos los años, en esta fecha, millones de personas de toda la República Mexicana e incluso de otros países llegan en numerosas peregrinaciones a la Villa, como también se le conoce, para celebrar a la Virgen Morena.

Ese día muy de madrugada cientos de miles de fieles devotos se congregan en los alrededores de la Basílica y el Cerrito del Tepeyac, pues es casi imposible entrar a la Basílica ese día, a cantarle las mañanitas a la Virgen entonando alegres cantos con mariachi y artistas reconocidos. Muchos llegan a pagar “mandas” o promesas que le hicieron a la Morenita y llegan de rodillas y algunos otros descalzos; otros tantos con flores, fotografías o presentan a sus hijos vestidos con ayates como el de san Juan Diego como forma de cumplir con esa “manda” por el favor recibido de Nuestra Señora de Guadalupe.

En las afueras de la Basílica se puede disfrutar del folklor de la cultura mexicana con los diferentes grupos de danzantes indígenas (Matlachines) con sus atuendos e instrumentos prehispánicos rindiendo tributo a la Virgen Morena danzando toda la noche. Parte de la cultura se ve reflejada también en los puestos de comida con los más variados antojitos y los artesanos ofreciendo su mercancía trabajada en madera, vidrio, cerámica, etc., generalmente con motivos relacionados con la Guadalupana.

Esta celebración se ha llevado a cabo por años no sólo en México sino en toda Latinoamérica y algunos países en Europa y Asia donde se le rinde tributo a la Virgen de Guadalupe a quien también se le conoce como Emperatriz de América, Patrona de América Latina, entre otros.

La devoción a la Virgen de Guadalupe se inició el 12 de diciembre de 1531, en la capilla de Fray Juan de Zumárraga, primer obispo de la Nueva España y gran defensor de los indígenas. Después de la cuarta aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, la Virgen le ordenó que se presentara ante el primer obispo de Méxio, y le llevara rosas en su ayate -flores que no eran nativas de México y tampoco prosperaban en la aridez del territorio- que cortó en el Tepeyac, según la orden de la Virgen. Juan Diego extendió su ayate ante el obispo Fray Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de Santa María, morena y con rasgos indígenas.

A partir de ahí, la Virgen de Guadalupe se convirtió en un icono de fe para mexicanos y latinoamericanos, que profesan su fe a la Morenita en donde quiera que se encuentren. Por ejemplo, aquí en Estados Unidos, sin importar el frío invierno de diciembre en algunos estados, los fieles devotos se congregan en diferentes parroquias a las 4 de la madrugada, llevando serenata con mariachi, rosas y grupos de danzantes a la Morenita del Tepeyac, continuando así con sus prácticas de fe y tradición cultural que son una parte importante del pueblo mexicano y que poco a poco han ido transmitiendo a otros grupos culturales que ahora disfrutan y celebran a María de Guadalupe.
(Sandra Navarro, "Prácticas de la Religiosidad Popular", en "Nuestra Parroquia", Noviembre 2011).