Comienza un nuevo año litúrgico (ciclo A). La liturgia es el culto público ofrecido a Dios por medio de Cristo y su Iglesia. La liturgia es la fuente de donde mana toda la fuerza y unidad de la Iglesia; y de la deben beber todo los fieles. Es decir, nosotros no sólo confesamos lo que creemos sino que lo celebramos (en la liturgia) y lo vivimos (nuestra conducta). El año litúrgico es, pues, la celebración/actualización del misterio de Cristo en el tiempo; pero no debe ser sólo un calendario de fechas, sino un camino de fe: camino que se ha de recorrer como en espiral; es decir, creciendo y madurando en la fe cada año de nuestra vida.El año litúrgico se fija a partir del ciclo lunar, siendo la clave la luna llena que se presenta entre el mes de marzo o de abril, porque el eje sobre el que gira todo el año litúrgico es la Pascua. El año litúrgico está formado por distintos tiempos litúrgicos: comienza con el Adviento, luego viene la Navidad, Epifanía, Primer tiempo ordinario, Cuaresma, Semana Santa, Pascua, Pentecostés, Segundo tiempo ordinario y termina con la fiesta de Cristo Rey. En cada tiempo litúrgico, el sacerdote y el diácono se revisten de diferentes colores: blanco, significa alegría y pureza; se utiliza en los tiempos de Navidad y Pascua. Verde, significa esperanza; se utiliza en el tiempo ordinario. Morado, significa luto y penitencia; se usa en Adviento, Cuaresma y Semana Santa. Rojo, significa el fuego del Espíritu Santo y el martirio; se utiliza en las fiestas de Pentecostés y de los santos mártires. Al comenzar un nuevo año litúrgico invito a todos los miembros de nuestra parroquia a celebrar los misterios de nuestra fe con devoción y continuidad. Mi deseo es que todos crezcamos un poco más en santidad, hermandad y unidad. Que nos asemejemos más a Cristo, nuestro Maestro.
Su amigo y servidor
Padre Jesús Camacho
A new liturgical year is about to begin (Cycle A). Liturgy is the public worship that we offer to God through Christ and his Church. The liturgy is the fountain from all the strength and unity of the Church comes from; and all the faithful shall drink of. For example, we do not just profess what we believe but we also celebrate it (on the liturgy) and live it (with our behavior). The Liturgical Year it is then, a celebration of the mystery of Christ in time; but it should not be just a matter of calendar with specific dates to remember but a journey of faith: a process that should go in spiral; it means, growing and maturing in the faith every year of our life. The Liturgical Year is set based on the lunar cycle, the key moment is the full moon between March or April, for the very the axis for the liturgical calendar is Easter. The Liturgical Year is subdivided in different liturgical times: It starts with Advent, then Christmas, the Epiphany, First Ordinary Time, Lent, Holy Week, Easter, Pentecost, Second Ordinary Time and it finishes with the Feast of Our Lord Jesus Christ the King. Each liturgical time, the priest and the deacon are dressed in different colors: white means joy and purity: it is used on Christmas and Easter time. Green means hope and it is used for Ordinary time. Purple means suffering and penitence and it is used in Advent, Lent and Holy Week. Red means the fire of the Holy Spirit and martyrdom; it is used in the Pentecost and Holy Martyrs festivities. I want to invite every member from our parish to start this new liturgical year celebrating the mysteries of our faith with devotion and continuity. My desire is that we all grow a little bit more in sanctity, brotherhood and unity. The Liturgical Year can help us to be more Christ-like people.
Your friend and servant,
Father Jesús Camacho.
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